¿Quieres mejorar en tus relaciones afectivas? En verano compartimos más tiempo con la pareja, la familia y los amigos, por eso es frecuente que ocurran más roces y conflictos. Acompáñanos a entender como nos relacionamos y cómo afectan las conductas de apego en nuestros vínculos.
En los seres humanos existe una tendencia innata y natural a crear fuertes lazos afectivos y emocionales íntimos. El apego son esos vínculos que establecemos con personas significativas de nuestra vida, es decir, aquellas personas con las que compartimos sentimientos de pertenencia, confianza y seguridad, como nuestros cuidadores, hermanos, padres, etc.
El apego está presente desde los primeros años de vida y se da principalmente con las figuras primarias (generalmente padres y madres). Estos lazos resultan primordiales a la hora de establecer relaciones durante la vida adulta, ya que influyen sobre la construcción de nuestra personalidad y van a condicionar, de cierta manera, cómo seamos en la etapa adulta.
Si estas conexiones son adecuadas, generarán seguridad y confianza, y tendremos vínculos saludables con los demás y con el medio ambiente. Seremos más independientes y tendremos más recursos para afrontar las dificultades de la vida sin depender de los demás.
En cambio, cuando el apego no es seguro, cuando los niños y niñas no sienten esta seguridad desde los primeros años de vida, de adultos les será mucho más difícil iniciar relaciones saludables con otras personas.
– Si aprendemos que las relaciones están llenas de peligros y hay que estar alerta. Posiblemente nos relacionaremos con miedo y angustia, pensando que en algún momento pueden ser dañados o abandonados y sentirse más incómodos en relaciones con otras personas.
– Si aprendemos que es mejor no contar con nadie, porque los demás solo a veces van a estar disponibles, nuestro apego será más inseguro y evasivo, pueden sentirse muy autosuficientes (en apariencia) y no sentir que necesitan relacionarse con los demás…
Generalmente cuando el apego es inseguro se combinan conductas ansiosas con evitativas según la situación, también puede haber un estilo de apego desorganizado en el que se dan relaciones “pasionales” que generan mucha polarización, a veces estamos genial y otras veces fatal. A veces se romantizan estas relaciones que no son sanas porque cumplen con algunos estereotipos del amor romántico.
¿QUÉ ES LO QUE OCURRE EN LA ETAPA ADULTA CON UNA PAREJA?
Por ejemplo, a veces uno de los miembros de la pareja puede tener un apego seguro, esto implica cercanía, confianza, mayor autoestima y mayor expresión de emociones y sentimientos. Si en la otra parte de la pareja encontramos conductas más ansiosas, preocupación, temor, o comportamientos más evitativos, con una dificultad para expresar sus emociones, baja autoestima, o con dificultad para la resolución de problemas; aquí es donde vemos que la pareja puede tener dificultades.
¿CÓMO PUEDES MEJORAR TUS RELACIONES? RECOMENDACIONES:
1. SÉ HONESTO CONTIGO MISMO
Lo primero que tienes que hacer es parar a pensar y reflexionar en lo que está pasando. Conecta contigo, con tus emociones y pensamientos para encontrar tu motivación personal y vital. El autoconocimiento es la base del trabajo individual.
2. APRENDER A PONER LÍMITES
Es fundamental para disfrutar del equilibrio emocional necesario y disfrutar de una vida más feliz. Eso significa respetar al otro, pero también significa respetarte a ti mismo.
3. TOMA TUS PROPIAS DECISIONES
En las relaciones, uno de los problemas más comunes es que puedes volverte muy dependiente de tu pareja y no tomar decisiones por tu cuenta. El tomar tus propias decisiones es un proceso en el que te eres fiel a ti, a tus creencias y a tus valores.
4. TRABAJO CONTIGO MISMO
El trabajo personal, con ayuda de un profesional como un psicólogo o terapeuta de pareja, puede ser beneficioso en el momento en que decidas trabajar a más profundidad el apego y tus relaciones con los demás.
ES POSIBLE, A CUALQUIER EDAD, CONSEGUIR MEJORAR EL APEGO Y HACERLO CADA VEZ MÁS SEGURO.
En cualquier etapa del desarrollo, de la mano de un profesional, se puede mejorar las relaciones y las estructuras de apego: trabajando la comunicación, los límites, la expresión de sentimientos y emociones, la autorregulación, el autoestima y autoconcepto, la resolución de conflictos, entre otros. Si se trabaja en conjunto de forma multidisciplinaria se puede conseguir que ese apego inseguro, que impide relaciones plenas, vuelva o comience a ser segura.
Déborah Padilla.
Psicóloga, Sexóloga y colaboradora de PsicoaSexoría.