¿Por qué hablamos de salud mental y no sólo de salud? ¿Qué diferencia hay entre salud mental y enfermedad mental? ¿Qué estigmas sufren las personas con depresión, ansiedad y otras enfermedades? ¿Cómo puedo apoyar y cuidar a una persona que sufre algún problema de salud mental? ¿Qué hay de los profesionales?
¿POR QUÉ HABLAMOS DE SALUD MENTAL Y NO SÓLO DE SALUD?
El 10 de octubre celebramos el Día Mundial de la Salud Mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como «Un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Te recomendamos este informe sobre promoción de la salud mental de la OMS.
La salud mental está recogida dentro del concepto de Salud sin embargo, constantemente hablamos de ella de forma separada. Esto sigue siendo necesario porque ciencias como la psicología y la psiquiatría son aún bastante jóvenes por eso, culturalmente aún no tenemos interiorizado que la salud mental y la salud física son prácticamente lo mismo, pues se afectan mutuamente y a veces es difícil distinguir la línea que las separa. De hecho el cerebro, que es el lugar donde se producen la mayoría de problemas de salud mental, es un órgano físico y de vital importancia que se encarga además de regular muchas de nuestras funciones físicas.
¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE SALUD MENTAL Y ENFERMEDAD MENTAL?
Cada vez somos más conscientes del impacto de la salud mental en nuestro bienestar. Aunque a veces nos esclavizamos del «hay que estar bien», exigencias como éstas pueden hacernos enfermar. La salud mental no es sólo la ausencia de enfermedad, es el conjunto de cuidados que nos hacen estar y sentirnos bien. Cuidar la salud mental es un proceso diferente en cada persona y el autoconocimiento y autocuidado son la base para conseguirlo.
¿QUÉ ESTIGMAS SUFREN LAS PERSONAS CON DEPRESIÓN, ANSIEDAD Y OTRAS ENFERMEDADES?
Uno de los mayores problemas cuando se sufre de enfermedad mental (EM) es el aislamiento que supone, la falta de comprensión por parte del entorno, los miedos y escasos apoyos.
Cuando alguien nos cuenta algo, a veces es solo una información que quiere compartir, en ocasiones solo por desahogarse. Tenemos costumbre de opinar sobre lo que se nos cuenta y de brindar nuestros consejos con la mejor de las intenciones, pero cuando alguien nos cuenta «Tengo ansiedad» y nosotros le decimos «Tienes que aprender a relajarte» o «apúntate a yoga», lo que estamos haciendo, sin querer, es minimizar el problema, tratarlo como una tontería fácilmente solucionable. ¿Crees que esa persona no ha pensado eso antes?.
En ocasiones, se frivoliza con algunas enfermedades como la ansiedad y la depresión, quizás porque de forma cotidiana utilizamos expresiones : «estoy depre», «soy antisocial», «está bipolar»… Tener un mal día o una mala racha no significa tener enfermedad mental.
Otras enfermedades como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o los trastornos de personalidad están tildadas de peligros, inestable, su diagnóstico da miedo o inseguridad al entorno. Esto lleva a muchas personas a ocultarlo, invisibilizando la enfermedad y en muchos casos aislándose.
Las personas con EM, muchas veces se sienten obligadas a hacer pedagogía o activismo, teniéndose que responsabilizar de educar a las personas de su entorno que no saben como gestionar la situación.
Además, pueden sufrir devaluación social, en la que se les otorgan menos derechos, se les oculta información «para que no se preocupen», infantilizándoles y aislándoles. Se decide por la persona con EM porque es mucho más fácil y rápido que darles el apoyo necesario para que tomen sus decisiones.
¿CÓMO PUEDO APOYAR y CUIDAR A UNA PERSONA CERCANA QUE SUFRE DE ALGÚN PROBLEMA DE SALUD MENTAL?
Como los problemas y las personas son muy diversas las formas de apoyo también lo son, aquí van algunas claves:
- Infórmate sobre la enfermedad, síntomas, cual es la evolución, las etapas o los ciclos que tiene. Por favor, recurre a fuentes fiables o consulta con profesionales. que te pueden recomendar libros o blogs fiables.
- Utiliza la empatía, ¿Qué puede necesitar por mi parte?.
- Trata de colaborar sin culpabilizarte o responsabilizarte de solucionar el problema. A veces lo mejor que se puede hacer es «no hacer», simplemente, estar disponible.
- Y si tienes dudas… Pregunta, no des las cosas por hecho.
¿QUÉ HAY DE LOS PROFESIONALES?
Muchas veces, cuando estamos ante un caso de enfermedad mental nos puede costar diagnosticarlo, por el estigma que va a suponer para la persona o falta de evidencias objetivas. Podemos poner en marcha algunos recursos que nos pueden ayudar:
- Apoyo de otros profesionales complementarios como psiquiatras, endocrinos, en nuestro caso como sexólogas acudimos mucho a ginecólogos, andrólogos y urólogos.
- Compartir con otros psicólogos a través de seguimiento de casos, colegio profesional, psicólogos de confianza…y también para cuidarnos para poder cuidar.
- Acudir a manuales, materiales, talleres tanto para nosotros los profesionales, que necesitamos estar en continuo aprendizaje. Pero también es un recurso muy valioso para los pacientes, que a veces terminan convirtiéndose en expertos de su enfermedad ya que no todo hay que hacerlo en las sesiones de terapia.
- Asesorar a las personas más cercanas a nuestros pacientes para darles información valiosa y fiable, pero también para ayudarles con sus miedos y sus dudas o incluso implicarles en el proceso.
Tomar conciencia, estar informados, preguntar, conocer, empatizar, apoyar, colaborar, conocer… Son buenas herramientas para cuidar nuestra salud mental, como personas y como sociedad. Mañana, podrías ser tú.
Laura de Toledo Congosto.
Psicóloga y Sexóloga