En un mundo donde el deseo está condicionado a mandatos cishetero, monógamos y genitales, cualquier práctica que se salga del guion se tacha de rara, desviada o inmoral, aunque simplemente sea una sexualidad no normativa. Pero, todo eso que nos enseñaron a esconder, a reprimir o a corregir, puede ser una forma de habitar el deseo desde la autenticidad. De tal manera, validar y revindicar una sexualidad disidente, nos permite recordar que el placer no tiene por qué parecerse a lo que nos mostraron en el porno más comercial, ni limitarse a prácticas coito centristas encaminadas a la fecundación o el orgasmo. A continuación, te detallamos algunos pasos para que puedas aceptar y explorar tus deseos sexuales sin prisa ni juicios:
- Permítete salir de la norma
Disfrutar de una sexualidad subversiva empieza por soltar la culpa y abrazar la curiosidad. Así que otorgarte la oportunidad de explorar sin juicio, te permitirá redefinir qué te da placer y con quién, más allá del filtro que te dice como y cuando debes vivir tu área sexual. De este modo, puedes empezar nombrando tus fantasías, escribiéndolas, y reconociéndolas como válidas.
- Infórmate sobre las sexualidades no normativas
Buscar información confiable sobre prácticas, comunidades o identidades que resuenen contigo puede ayudarte a entender que no estás solx y que tu deseo no es raro. Más aun, cada vez son más los recursos que permiten entender y aprender sobre una sexualidad diversa: lecturas, perfiles de redes sociales, podcast, talleres., etc. Entonces, recuerda que aprender es parte del goce, y saber que hay otrxs viviendo y disfrutando como tú también empodera.
- Busca espacios seguros donde puedas expresarte
Conectar con gente con quien puedas compartir tus deseos sin ser juzgadx. representa un momento importante a la hora de sentirte escuchadx. Encima, interactuar en grupos queer o comunidades BDSM, puede otorgarte poderosas herramientas para apropiarte de tu realidad. Dicho lo anterior, ya sea conversando con personas cercanas o construyendo nuevos vínculos en colectivos, tienes derecho a expresar lo que te gusta o interesa.
- Prueba, explora y continúa conociéndote
Recuerda que no hace falta “hacerlo todo ya” y que el placer no es una carrera, es un proceso. Dicho lo anterior, permítete ir paso a paso, ajustar lo que no te convence, pausar cuando lo necesites y revisar tus ganas en el camino. También, es esencial respetar los límites propios y ajenos, ya que no hay juego ni goce sin un consentimiento claro, entusiasta y continuo.
Abrazar tu sexualidad no normativa es un acto de amor propio y rebeldía contra un sistema que te dice como vivir tu deseo. De este modo, permítete reconocer que no hay una sola forma de desear, pero sí muchas maneras bellas de habitarte.
Mia Saldarriaga Russy
Psicóloga, Sexóloga y colaboradora de PsicoaSexoria
