Queremos hablarte de diversidad en las prácticas sexuales, aunque muchas prácticas eróticas siguen siendo un tabú tienen su propio nombre de idioma, con diferentes nombres en función del país. Te contamos las más conocidas y las mas curiosas.
¿Quieres saber cuáles son los «idiomas» más hablados?
Seguro que ya sabes lo que es «hacer un francés» pero… ¿un griego? y ¿un alemán? Hemos hecho una recopilación de los idiomas más hablados entre las sábanas… ¡o dónde tu quieras! Esto no es la RAE (Diccionario de la Real Academia Española), de hecho estas definiciones no aparecen en dicha institución. Son expresiones que se utilizan de forma cotidiana y es muy frecuente que nos encontremos más cómodos utilizando un lenguaje menos explícito a la hora de pedir o proponer prácticas sexuales.
Empecemos por los clásicos:
- Un francés: quizás esta forma de llamar al sexo oral es la más conocida. Como siempre os decimos con las prácticas eróticas lo más importante es el deseo, utiliza tus labios, tu lengua, incluso los dientes, de forma suave, para comerte a tu pareja con ganas.
- En España hablamos de hacer una cubana cuando se masturba el pene con los pechos. Es cierto que requiere de un poco de práctica, no olvides el lubricante para disfrutar de la experiencia, pues si no, la fricción puede ser molesta. A esta práctica, en la mayoría de países de Europa, se le llama “hacer una española ” y en latinoamérica “hacer una rusa”.
Más clásicos:
- Alemán: aunque menos conocido, así se le llama a la postura del “misionero” en la que se realiza la penetración colocándose encima y la persona que “recibe” la penetración tumbada boca-arriba con las piernas abiertas.
- Tailandés: ¿Te apetece un masaje? Éste es tu lugar, un masaje rozando cuerpo con cuerpo, con los pechos, con los genitales… ¡Con lo que más te apetezca!
- Sueco: Así se llama a la práctica sexual de masturbarse en pareja, podéis optar hacerlo cada uno a sí mismo, el uno al otro o ambas. ¿Por qué elegir?
¿Quieres algo más atrevido?
- Griego: Es tener sexo anal. Posiblemente los griegos se hayan ganado esta fama por las orgías de la Grecia clásica en las que la penetración anal y el sexo entre hombres estaba normalizado, seguramente incluso más que ahora.
- Italiano: Masturbar el pene con la axila, de nuevo el lubricante es un gran aliado y que la axila esté depilada…¡o no!
- Ruso: Con los rusos hemos encontrado diferentes variantes. Por un lado y la más extendida, es un masaje en los genitales y la zona anal, están tan cerca que, si te apetece, una cosa te llevará a la otra, puede hacerse con las manos o con la boca. «El beso ruso» o «beso polaco» es también el «beso negro«, es decir estimular la zona anal, incluidos glúteos y zona perianal, con la lengua, los labios… Por otra parte «hacer un ruso» también es masturbar el pene con los muslos, el roce y la cercanía de los cuerpos puede resultar muy estimulante. Así es que cuidadito con el ruso que tiene múltiples acepciones dependiendo de los países, aunque todas ellas muy interesantes.
- Inglés: Consiste en el juego de roles Dominación-Sumisión o si lo vemos de forma más amplia BDSM (Bondage-Dominación-Sumisión-Sadismo-Masoquismo). Estos roles no son algo estático, se pueden alternar y se prestan a incluir juguetes como esposas, cuerdas…
También hemos encontrado que, hacerlo a la paraguaya es tener relaciones sexuales de pie, este término es más utilizado en latinoamérica, quizás por eso de «hacerlo parado» (de pie). ¿Y si tenemos prisa? Puedes hacerlo a la japonesa, un encuentro erótico «rapidito» ¿Será por que los japoneses andan siempre estresados y sin tiempo?
Ya tienes más de 10 «nuevos idiomas» que puedes hablar, tú eliges el que más te apetezca en cada momento.
Esperamos que esta recopilación te ayude a comunicarte mejor con tu pareja sexual. ¿Qué idioma vas a practicar hoy?
Laura de Toledo Congosto. Psicóloga y Sexóloga