¡Con la sexualidad hay que mojarse!

¿Cómo construir relaciones sanas?

Relaciones sanas

Los seres humanos somos profundamente sociales y lo relacional nos mueve mucho; pero lo que más nos mueve es lo íntimo, las relaciones cercanas. La investigación nos da la razón, nos enseña que las relaciones saludables tienen que ver con la salud física, la salud emocional e incluso con la longevidad; se dice que las personas que experimentan relaciones sanas viven más.

A lo largo de nuestra historia la norma han sido las relaciones verticales, en las que el poder estaba dividido de forma desigual. Antes las personas eran distintas en función al status, el género, la edad; por ejemplo, sabemos que los reyes tenían más poder que los aristócratas y ellos más que el pueblo; había una estratificación y las personas asumían esto. Sin embargo, no ocurría únicamente a nivel social, también a nivel íntimo; las relaciones de pareja estaban totalmente marcadas por el poder, la división en relación al género o las relaciones con los hijos no eran igualitarias.

Hace muy poco tiempo hemos logrado evolucionar y consideramos que las relaciones ya no deben ser verticales, que lo ideal es que sean horizontales. Las relaciones horizontales son en las que el poder está equitativamente repartido; cuando nos referimos a poder, estamos hablando de la capacidad de tomar decisiones pero también de la responsabilidad de cuidar o proveer. Esto tiene que ver con la democracia, consideramos que todos somos iguales, por lo tanto, las relaciones sanas deberían ser horizontales. 

En las relaciones íntimas, en particular, tiene mucha importancia porque tal y como lo vemos ahora, no sería posible una verdadera intimidad sin horizontalidad; realmente para que haya una relación de intimidad tenemos que estar en un mismo plano de poder de manera que las personas estén en una relación porque quieren y porque lo eligen libremente.

La mayor dificultad es que no todos están preparados para tener relaciones horizontales porque son complejas. Si quieres intimar debes de abrirte con alguien que te puede hacer daño porque al tener la misma capacidad que tú de tomar decisiones, en algún momento puede abandonar la relación. Esto genera mucho miedo e incertidumbre por eso es que la mayoría no está dispuesta a tener relaciones horizontales y van a tender a verticalizarlas; volviéndose dominantes o controladores, de manera directa o sutil. 

¿Cómo sabemos si estamos en una relación sana o no?

  • Si hay miedo a que el otro se enfade o si tienes miedo a hacerlo mal y que el otro lo note; no estás en una relación sana.
  • Cómo te sientes en la relación; si te sientes seguro, relajado o tranquilo y puedes ser tú mismo, estás en una relación sana.
  • Si te ocurre algo malo o simplemente si quieres contarle al otro que has tenido un día estupendo en el trabajo y se lo puedes decir; estás en una relación sana.
  • Si no te puedo reír con el otro, no disfrutas haciendo cosas juntos y a la vez no sois tolerantes cuando pasáis tiempo separados; no estás en una relación sana.

Ahora bien, ¿qué debemos hacer para construir una relación sana? Anteriormente se ha mencionado que no todos están preparados para tener una relación horizontal y abrirse, por el miedo o el temor a que se alejen. No obstante, si en lugar de utilizar nuestros esfuerzos en intentar verticalizar la relación, le dedicamos tiempo a nosotros mismos; todo iría mucho mejor encaminado. 

El primer paso para tener una relación sana, es el autocuidado. Es decir, encontrar tiempo para nosotros, para conocer nuestras emociones, aprender a regularlas, para nuestra felicidad y equilibrio interior. Lo ideal es practicar actividades que nos den motivación, nos enseñen y permitan aumentar nuestra autoestima. Conocer técnicas de relajación o practicar la meditación, que ayudan a reducir la presión arterial, la tensión muscular, el estrés y nos ayuda a gestionar mejor nuestras emociones. Así como también es importante el ejercicio físico, una buena alimentación y rutinas adecuadas de descanso.

Si estamos bien con nosotros mismos, aprenderemos a gestionar mejor ese miedo y apostaremos por tener relaciones de igualdad, relaciones horizontales.

El siguiente paso para construir relaciones sanas tiene que ver con las habilidades sociales:

  • Se amable, expresa gratitud y transmite confianza a través de la honestidad.
  • Actúa de manera desinteresada, sin esperar nada a cambio. Actúa en base a lo que tú quieras ofrecer a los demás de manera que eso te haga sentir feliz.
  • Muestra interés y disponibilidad, para compartir momentos es fundamental la calidad de tiempo más que la cantidad.
  • Practica la comunicación asertiva, comprendiendo y respetando las emociones de los demás evitando juzgar, empatizando y perdonando y pidiendo perdón cuando sea necesario.
  • Delimita tu espacio personal, así cómo te tomas un tiempo para darle a la otra persona, hazle saber que son importantes los tiempos contigo mismo para reconectar o los tiempos con otras personas.

Y sobre todo recuerda que las relaciones sanas se construyen con el tiempo, con compromiso, paciencia y perseverancia. La dinámica de las relaciones saludables se aplica a las parejas íntimas, los amigos, la familia y los compañeros de trabajo. La comunicación, la confianza, intimidad y respeto son aspectos clave.

Carla Farro Veneros

Psicóloga, Sexóloga y colaboradora de PsicoaSexoría

En Psicoasexoría, la sexualidad es salud, bienestar, estar a gusto con quién eres y cómo eres, esto incluye tantas posibilidades como personas.

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