Seguro que en algún momento estos últimos años has escuchado la palabra asertividad pero, ¿Sabes lo que es? Y lo que es aún más importante, ¿Eres asertivo/a?

¿Qué es la asertividad?

La asertividad es la habilidad de comunicarse con los demás de manera respetuosa sin pasar por encima de los intereses y deseos propios. 

Es decir, consiste en encontrar un equilibrio entre el respeto a los demás y el respeto propio. Ser asertivo/a es saber pedir, decir que no, expresar nuestras opiniones y sentimientos. También es hacer y recibir quejas y halagos, negociar, etc. y saber hacerlo de forma clara y adecuada. 

Si bien en teoría es una tarea que puede parecer fácil, la realidad es que solemos elegir otras formas de actuación aprendidas. Nos salen de forma más automática. Nuestras respuestas suelen encontrarse entre la agresividad y la sumisión, pero nos permiten pasar por las situaciones con menos ansiedad cuando no hemos entrenado la asertividad. 

Cómo evaluar la asertividad

La asertividad no es algo que se tiene o no se tiene, o que se aprende y hace que la persona se convierta en una persona asertiva. Cuando hablamos de personas asertivas nos referimos a aquellas que suelen utilizar la asertividad en la mayoría de las situaciones. Sin embargo, igual que una persona no es agresiva o sumisa en el 100% de las situaciones. Es normal que haya situaciones en las que nos cueste más responder de manera asertiva y tengamos que hacer un esfuerzo mayor para conseguirlo. 

Para poder evaluar la asertividad debes pensar en aquellas situaciones en las te cuesta emitir una respuesta asertiva. Debes analizar qué factores están influyendo en cómo te comportas y buscar posibles alternativas de respuesta para las siguientes ocasiones en las que te encuentres en una situación similar. Puedes prestar atención a los pensamientos que tienes en esa situación, las emociones que te causa y cómo te comportas. Cuando te pares a pensar en todos esos factores, puedes analizar si los pensamientos son racionales o irracionales. Si las emociones y conducta están influenciadas por ellos, y qué aspectos de la situación puedes cambiar para tener una respuesta más asertiva. 

Tipos de respuestas asertivas. 

Entre las distintas formas de expresarse de forma asertiva podemos encontrar:

• Respuesta asertiva elemental: Es la que utilizamos para expresar de manera sincera y simple los intereses y derechos propios. (Me gustaría que no me interrumpieras cuando estoy hablando)
• Asertividad empática: Utilizamos la empatía para hacer que la otra persona se sienta comprendida antes de expresarle nuestros derechos e intereses. (Entiendo que estés agobiado con los exámenes pero necesito que hagas tu parte del trabajo)
• Asertividad subjetiva, mensajes yo: Se empieza describiendo la conducta del otro sin hacer juicios de valor, como eso que hace nos hace sentir, que hacemos al respecto y sugerir una alternativa a la conducta del otro. Se expresa en términos de “cuando tú haces (1), yo me siento (2), asi que me comporto (3), me gustaría (4)”. (Cuando tú me gritas, yo me siento intimidada así que me alejo, me gustaría que me hablaras en un tono más calmado)
• Asertividad positiva: Muchas veces expresamos lo que no nos gusta de otras personas o lo que nos gustaría que cambiara, pero también forma parte de la asertividad la capacidad para hacer halagos. Con este tipo se trata de expresar lo bueno y valioso que se ve en otras personas. (Me ha gustado mucho como has expuesto la presentación)
• Respuesta asertiva ante la sumisión o agresividad: Hacer ver a la otra persona cómo se está comportando y ofrecerle una alternativa asertiva. (Veo que habitualmente propongo yo las cosas que hacemos, ¿podrías decirme que te apetece hacer a ti?)

¿Cómo ser asertivo/a?

Para poder tener una conducta asertiva tenemos que conocer cuales son nuestros límites, deseos e intereses y encontrar una forma de expresarnos con la que nos sentimos cómodos. También debemos aprender a encontrar el punto equilibrado entre siempre hacer cosas por los demás y no hacerlas nunca, tener sinceridad o caer en el “sincericidio”, etc.

Por otro lado, se debe trabajar para que tanto la comunicación verbal como la no verbal expresen el mensaje de manera correcta, ya que un comentario con contenido adecuado pero mala expresión puede interpretarse de manera errónea.  

Después de hacer este trabajo debemos aprender a manejar la ansiedad si es excesiva y nos dificulta la conducta asertiva. Para disminuir la ansiedad en estas situaciones pueden utilizarse técnicas de relajación y control de la respiración. 

Otra técnica que puede ayudar a disminuir la ansiedad y que además nos sirve como forma de practicar lo que queremos decir y cómo hacerlo es practicar la conducta en imaginación antes de llevarla a cabo. También puedes ayudarte de tu diálogo interno, cambiándolo a uno más positivo y motivador cuando te enfrentes a estas situaciones. 

Referencias:

Castanyer,O. (2014). La asertividad: expresión de una sana autoestima. DESCLEE DE BROUWER

Laura Oliva Pastor.

Psicóloga, Sexóloga y colaboradora de PsicoaSexoría.