Los límites son barreras mentales, emocionales y físicas, que definen nuestras necesidades y deseos. Son las fronteras que separan lo que estamos dispuestos a aceptar y lo que no, así como el equilibrio que mantenemos entre dar y recibir. “Poner límites” es expresar con claridad a los demás qué queremos y qué necesitamos, teniendo en cuenta siempre las necesidades y deseos de los demás.
Poniéndolos establecemos líneas que no queremos que los demás crucen. Son fronteras de autoprotección, y estamos en nuestro derecho de colocarlas. Nos permite ponernos a salvo de posibles abusos y considerar nuestras necesidades.
Es importante entender que no se trata de ponerle barreras a la otra persona, sino a algo que esa persona haya hecho que ha alterado mi tranquilidad. Los límites no se usan para manipular, controlar o hacer daño a nadie, no se trata de ser egoístas, si no de alcanzar un equilibrio.
Es un proceso que precisa constancia, en el que se avanza poco a poco, por eso puede considerarse un acto de amor hacia uno mismo.
¿Cómo poner límites?
- Autorreflexión: identifica tus límites, pregúntate a ti mismo, ¿qué deseo? ¿qué necesito? ¿cómo me siento? ¿qué puedo hacer al respecto?
- Conocer tus límites y valores: piensa sobre las fronteras que has establecido y reflexiona sobre por qué son importantes para ti.
- Póntelos también a ti mismo: crea tus propios acuerdos contigo mismo y respétalos.
- Sé directo: cuando los establezcas tus no des explicaciones innecesarias que puedan confundir, ve directo al grano.
- Di no cuando lo necesites: responde con asertividad, siempre de forma respetuosa y amable, con claridad y empatía, pero firme y aportando soluciones alternativas.
- Recibe y entiende los de los demás: de la misma forma que establecemos los nuestros hay que respetar y recibir sin ofendernos los que ponen los demás.
- Mantente calmado y con un tono de voz tranquilo: ayudará a que el mensaje sea más respetuoso, efectivo y mejor recibido.
Poner límites es un trabajo de atención constante a tus necesidades y emociones, también requiere comunicación asertiva para que sean comprendidos por los demás. En muchas ocasiones, especialmente cuando no hemos puesto límites de forma habitual en nuestro entorno, no son bien recibidos o incluso puede haber rechazo por parte de algunas personas. Es normal, es necesario tiempo para acostumbrarse a la nueva situación, sé flexible y actúa con comprensión, pero no dejes de ponerlos siempre que lo necesites.
¿Quieres aprender a poner límites? ¡Empieza tu proceso terapéutico con nuestro equipo! ¡Escríbenos!
Raquel Pérez Castelló.
Psicóloga con habilitación sanitaria y colaboradora de PsicoaSexoría.
Bibliografía
(2022). ¿Sabes poner límites (y recibirlos)? Portal Mentes Abiertas Psicología. https://www.mentesabiertaspsicologia.com/blog-psicologia/sabes-poner-limites-y-recibirlos
Georgina Hudson. (2023, diciembre 6). Establecer límites saludables: encontrar nuestra voz para empoderarnos. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/establecer-limites-saludables