La aparición de problemas de salud mental, en general, está supeditada a la influencia de diferentes factores. Concretamente en el ámbito laboral son la incertidumbre y el desempleo los factores directos que han influido en el empeoramiento de la salud mental. Ambos factores, tanto la incertidumbre como el desempleo, han sido producidos, entre otros motivos, por la ley 3/2012 para la reforma del mercado laboral y acrecentados durante la pandemia. Si además de todo esto en tu empresa se da una deficitaria organización del trabajo, se crea el caldo de cultivo perfecto para la generación de dichos problemas de salud mental.
COMPONENTES DEL BURNOUT
El burnout, o síndrome del quemado ha sido uno de los problemas psicológicos que se ha visto incrementado, entre otros, por los motivos descritos anteriormente; es este un síndrome complejo compuesto por tres componentes básicos (Maslach, 1982; Schaufeli y Enzman, 1998):
- agotamiento emocional
- cinismo/despersonalización
- baja eficacia profesional autopercibida
El agotamiento emocional es un estado al que se llega a través de un proceso lento de desgaste de la energía o de los recursos emocionales propios. Se produce por estar expuesto a una situación de sobrecarga de esfuerzo psíquico y emocional. La sintomatología asociada es irritabilidad, ansiedad, desmotivación, desapego hacia las personas y cosas que nos rodean, («no puedo más», » me siento cansado» «me cuesta concentrarme») problemas físicos de salud (insomnio, indigestión, cefaleas, tensión y dolor muscular).
La despersonalización o cinismo se define como el desarrollo de actitudes, sentimientos y conductas negativas y cínicas, hacia las personas con y/o para las que se trabaja, o hacia el propio trabajo. Se produce un endurecimiento afectivo y conductas deshumanizadas (comportamiento autómata). Por ejemplo, a veces se piensa: «ya paso de todo» “yo vengo aquí hago mi trabajo y me voy” “yo trabajo porque me pagan si no me quedaba en casa”
La eficacia profesional autopercibida hace referencia a cómo percibe la persona trabajadora. Evaluación negativa del trabajador sobre su propia eficacia profesional. Afecta a la habilidad en la realización del trabajo y a la relación con las personas a las que atienden. Las personas se sienten descontentas consigo mismas e insatisfechas con sus resultados laborales, con pensamientos de tipo “no valgo para nada” “no consigo hacer nada bien en mi trabajo”.
El Burnout es la respuesta de la persona ante la exposición continua a estresores laborales. Esta respuesta se produce cuando las demandas laborales, externas y/o internas, son evaluadas por la persona como excesivas. Dicha evaluación se hará en base a los recursos de afrontamiento que posea para manejarlas. No se trata de un déficit psicológico, son las altas demandas (principalmente emocionales) las que sobrepasan la tolerancia del trabajador/a y le están generando un daño a su salud.
FACTORES QUE CONTRIBUYEN A CREAR UNAS CONDICIONES NOCIVAS DE ESTRÉS EN EL TRABAJO:
- La carga de trabajo, tanto física como mental y emocional
- La falta de autonomía
- La ambigüedad y conflicto de rol
- Mal ambiente de trabajo
- Bajo apoyo social
- Falta de formación para desempeñar las tareas
- Desequilibrio entre responsabilidad- recursos- autonomía
La interacción del/a trabajador/a con estas condiciones laborales de riesgo puede provocar el desarrollo del síndrome. Este hecho determina, por tanto, el origen laboral y no personal, del mismo. Las variables de personalidad, sociodemográficas individuales o de entorno personal serían moduladoras, solo determinarían diferentes evoluciones en el desarrollo del síndrome de Burnout.
Referencias:
- Salanova, M. (2006). Medida y evaluación del burnout: nuevas perspectivas. El síndrome de quemarse por el trabajo en Servicios Sociales, 27-43.
- https://fundacionsistema.com/la-salud-mental-tambien-debe-abordarse-en-el-ambito-laboral/
- Foto: Vector de personaje creado por Macrovector.
Marta Quílez Muñoz.
Psicóloga y colaboradora de PsicoaSexoría.